Dia 1

Mi hermana me deja 100 billetes de 200 pesos. Me quedaré con mi mamá 46 días.

Conté con los dedos uno a uno los 100 billetes. Para las otras dos cifras tube que usar  la calculadora de la computadora.

O sea que me deja 434,7826086956522 pesos por día.

En la casa hay algo de comida, no mucho y no mucha variedad.

Antes de tomar el remisse al Aeropuerto Ezeiza me vuelve a decir que las cosas del negocio me fije yo y haga lo que quiera. Mi hermana es sorda. No sé lenguaje se señas. Ella sí. Lo que escribo sobre lo que dice es mi traducción a palabras cuando éstas son formuladas con gestos y señas, hay otras palabras que ella las dice con el lenguaje oral.

No me dejó la clave de la tarjeta de débito, ni la tarjeta, que supongo la tiene mi madre pero no puedo saberlo porque no me lo dicen. Ignoro si tiene activa la tarjeta de crédito, de todas formas no la usaría. La de débito se lo pregunté a mi hermana ya que si surge algún imprevisto quería estar al tanto del dinero que mi madre tenía disponible.

Acabo de cerrar la pestaña de este blog. por un momento pensé que nada se había guardado. Y mi cerrar me destinaba a esta perdida. Pero los algoritmos o lo que sea del sitio  mantuvieron lo que había escrito. En ese instante de perdida a mi cuenta había decidido recomenzar el relato. porque estoy decidida a pasar. 

pienso que voy a sumarle fotos a  cada entrada. seria una accion estética de mi parte. algo que me refuerce ese costado que se me presentó a la voluntad desde bastante chiquita y que a pesar de los avatares conservo. Conservo vivo.

Se me ocurre un chiste: si logro sostener la escritura de este blog no voy a tener tiempo de cuidad a mi vieja.  

Desde el que era nuestro cuarto de niñas veo parte del fondo de la casa materna, paterna. Pegada al muro detrás del cual esta la calle, la calle 5 para la vieja nomenclatura de City Bell, se ven las flores de la rosa china . A mi viejo le encantaban las rosas chinas, no sé cuando las conoció y empezó a interesarse por ellas, Tal vez , si es que lo sé, algún día recuerde ese detalle. Hace varios años 

trabajó junto a un jardinero en el injerto de una planta para que de flores color bronce. bronce si. lo consiguió y me la llevo a mi casa. eligió el mejor lugar y la trasplanto. a los pocos minutos los albañiles que estaban reparando el techo sepultaron a la planta con restos de ladrillos y de cemento.  ellos habían visto a mi papá en la labor. cuando vi que llovían esos desperdicios sobre la rosa china salí de la cocina y les dije cuidado no tiren mas sobre la planta. me miraron, no dijeron nada, dejaron de tirar. cuando volví a la tarde la pila  había crecido.  

siempre que recuerdo el gesto de mi padre recuerdo el gesto de los albañiles. 

Me propuse a hacer copias de las llaves.

Poner la alarma es una odisea.

Mi chiquita, que se me escapaba.

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